Rosal mini /pitiminí

El rosal mini o rosal de pitiminí es una variedad enana del rosales, que se pueden cultivar tanto en exterior como en interior,  Para cultivar estos rosales tenemos que evitar la luz directa del sol y mantenerlos húmedos, pero no encharcados. Durante la floración hay que abonar para estimular su desarrollo ya que les gusta bastante estar bien nutridos. Sus flores son pequeñas, son plantas de pequeño porte, con altura comprendida entre los 20 y 30 centímetros y flores de 5 a 8.

Aunque el rosal mini es colocado inicialmente como planta de interior para decorar con sus bonitas flores, tarde o temprano deberá ser plantado en el exterior, por lo que los cuidados serán diferentes en uno u otro caso.

Su ubicación ideal será en un lugar luminoso de nuestra estancia, cerca de las ventanas, ya  que el rosal mini en realidad es una planta de exterior. La falta de luz provocará una floración escasa, colores pálidos en sus flores e incluso la pérdida de algunos botones.

Riego: Deberá de  ser moderado, evitando que el agua sobrante se quede en un plato. El exceso de agua provoca la podredumbre de sus raíces y el hongo llamado oídium.

Abono: Puede ser periódico, cada semana ya que es una planta exigente con el abono.

Poda: Una vez nuestro rosal a perdido el buen aspecto ,tendremos que hacer una poda radical, podando desde la base  hacia arriba unos 5 o 10 centímetros.

En exteriores sus cuidados son diferentes.

Necesita estar al sol o semisombra, tendremos que tener cuidado de que la tierra drene bien ya que no tolera el exceso de agua.

Aquí es más fácil que le ataquen plagas como el pulgón, la mosca blanca, las avispas, las orugas y la araña roja. Y en cuanto a enfermedades, la roya y el oídium suelen ser las más frecuentes.

Su poda es similar a cuando la  tenemos en interior, tenemos que dejar que pause un poco la floración y después hacer la poda

Abonar cuando la planta empiece a perder su color, ya que estando plantado en jardín aguanta más